Las rozaduras en la piel de los caballos son muy habituales cuando son muy sensibles o están esquilados, por lo que debemos tener mucho cuidado y tratarlas bien para que no se infecten o puedan derivar en problemas mayores. ¿Quieres saber cómo debes tratar y evitar las rozaduras en la piel de los caballos? ¡Te lo contamos todo a continuación!
Rozaduras en el tronco del caballo
Las rozaduras en el tronco del caballo son más habituales en los meses de invierno y en las zonas de frío, ya que las mantas para mantenerlos calientes pueden generar roces y provocarles heridas en la piel. Sin embargo, otro tipo de rozaduras en el tronco se pueden generar en la tripa del caballo, debido al roce de la cincha, las espuelas o los estribos. Las rozaduras de las espuelas no están necesariamente relacionadas con uso agresivo o duro, sino que también puede deberse a un mal uso o que la piel del caballo sea demasiado sensible.
Por otro lado, las rozaduras en el dorso del animal a lo largo de la cruz o los lados también son comunes cuando la silla o el sudadero están mal colocados o no se ajustan correctamente.
Rozaduras en la cabeza del caballo
Los filetes de la anilla, las riendas, las cabezadas o incluso el roce de la muserola o la testera pueden generar roces en la cara, la nuca y la boca del caballo. De nuevo, esto puede deberse a que el caballo tiene la piel muy sensible o a que estos elementos están mal colocados y le producen heridas.
Rozaduras en las patas del caballo
En ocasiones, se pueden producir rozaduras en los menudillos y las cuartillas de los animales, afectando a su manera habitual de caminar y generando rechazo por los protectores, lo que puede ocasionar daños derivados y futuras lesiones.
¿Cómo evitar las rozaduras?
Independientemente de la zona en la que se produzcan, todos y cada uno de los elementos necesarios para montar se pueden adquirir con piezas de borrego, que suponen una capa acolchada entre la silla (por ejemplo) y la piel del caballo, evitando así el roce que les genera las heridas tan molestas. Del mismo modo, existen protectores acolchados para las patas, para las riendas o para la cabezada. Y, por último, es importante que tanto las mantas en invierno como el resto de elementos que se utilizan sean adecuados para la talla y tamaño del caballo y estén compuestos por materiales de calidad y que todos los elementos sean cuidados y limpiados perfectamente, para almacenarlos y guardarlos sin romperlos o dañarlos.
Por supuesto, también es muy importante avisar a tu veterinario de confianza cuando tu caballo empiece a dar señales de molestia o tenga este tipo de rozaduras en la piel.
Esperamos que estos consejos te sean de utilidad para evitar las rozaduras en la piel de tus queridos caballos. Prestad atención a los posts semanales en los que os contamos todo tipo de trucos, consejos e información sobre el mundo equino. Os invitamos a formar parte de la gran familia de la Hípica Bolívar, con las clases de equitación, el pupilaje y los paseos. Ubicada en Borriol, Castellón, cuidamos de todos vuestros caballos con mucho cariño, dándoles todo lo que necesitan para que estén listos cuando vosotros vengáis. ¡Os esperamos!








