En el post de hoy queremos hacer una recopilación de las cosas más comunes que nos pasan en el día a día montando a caballo. ¡Seguro que os sentís identificados e identificadas! ¿Queréis saber cuáles son? ¡Sigue leyendo a continuación!
- Problemas con los estribos. “Creo que tengo un estribo más largo que el otro. ¿Un punto arriba o un punto abajo?¿Los tengo iguales? ¿Crees que los llevo bien?” Seguro que a todos y todas os ha pasado, nos medimos los estribos antes de subirnos pero a la hora de montar hay algo que descuadra.
- No revisar la cincha. Subirte a la silla y que la cincha esté un poco floja es también un fallo muy común, pero ¡ojo! te puedes caer si no llevas la silla bien apretada. Lo más recomendable es apretarla unos puntos al ponerla y esperar a que el caballo se acostumbre para apretarla un par de puntos más, ya que hay algunos que están hinchados y les cuesta aguantarla de primeras.
- “Me he olvidado la fusta”. Has tardado por lo menos 20 minutos en preparar a tu caballo para montar, después de cepillarlo, ensillarlo y ponerle los protectores te diriges a la pista. Cuando llegas, te das cuenta que te has dejado la fusta en el guadarnés y tienes que volver, bajarte y cogerla. ¿A quién no le ha pasado uno de estos despistes?
- El caballo empieza a caminar mientras te subes. También es muy habitual si no utilizas un muro o una escalerita de apoyo que el caballo comience a caminar mientras te estás subiendo y te quedas con una pierna colgando y la otra enganchada. ¡Menuda pose!
- Pisotones y coces. Cuando estás ensillando a tu caballo, cepillando o pasas por al lado de otro, hay que tener cuidado porque pueden pisarte el pie al moverse o incluso darte una coz si se asustan. ¿Quién no se ha llevado un buen pisotón o una coz?
- Pelo en la cara. Imagínate que tienes toda la concentración mientras galopas o te acercas al salto y, de repente, el viento te pone el flequillo o el pelo en la cara y no te deja ver nada. ¡Hay que prevenir! Lo mejor es llevar el pelo recogido en una trenza o con una diadema, así evitaremos estos despistes.
- Agujetas en el culo y en las piernas. Por último, las agujetas y el dolor de piernas y culo son un clásico después de un buen entrenamiento. No importa cuánto tiempo lleves montando, esa sensación de no poder ni caminar nunca se olvida!
¿Qué os ha parecido esta recopilación de “a todos nos ha pasado”? ¡Enviadnos vuestras ideas y curiosidades que os pasen a vosotros y vosotras! Os invitamos a formar parte de la gran familia de la Hípica Bolívar, con las clases de equitación, el pupilaje y los paseos. Ubicada en Borriol, Castellón, cuidamos de todos vuestros caballos con mucho cariño, dándoles todo lo que necesitan para que estén listos cuando vosotros vengáis. ¡Os esperamos!